jueves, 1 de marzo de 2012

HIPOTIROIDISMO

El hipotiroidismo es el déficit de hormonas tiroideas. La causa más frecuente es por una disminución en la síntesis de las mismas por la glándula tiroides. Hay causas más raras como alteraciones de la hipófisis, que es la glándula que controla el funcionamiento de la tiroides, y "resistencias" de los tejidos a la acción de dichas hormonas.
El hipotiroidismo es el déficit hormonal más común en la población, 5 al 10% de la misma, afecta mas a mujeres y aumenta con la edad; si se estudian mujeres mayores de 60 años la frecuencia es del 10 al 20%.
Tiende a producirse en familias, esto debido a que la causa mas frecuente en adultos en es la tiroiditis de Hashimoto, que presenta una base genética importante. Es una enfermedad autoinmune, esto significa que las propias defensas reconocen la tiroides como extraña, como puede ocurrir con un virus o una bacteria, y producen inflamación, y destrucción glandular. Producto de esa inflamación se generan anticuerpos contra la tiroides, que generalmente pueden medirse en sangre, que son el antiperoxidasa(ATPO) o antifracción microsomal(AFM); y el antitiroglobulina(ATG).
Otras causas donde hay fallas en la síntesis de hormonas tiroideas son las congénitas, con hay falta de desarrollo tiroideo en el feto, que se diagnostica en el nacimiento con los análisis de pesquiza neonatal; el hipotiroidismo postquirúrgico, oséa resección de toda o gran parte de la tiroides; y el hipotiroidismo post-yodo radioactivo, que suele ser uno de los tratamientos del hipertiroidismo.

Manifestaciones clínicas del hipotiroidismo

Surgen del enlentecimiento generalizado de los procesos metabólicos; como el cansancio, la intolerancia al frío, ganancia de peso (no obesidad), frecuencia cardiaca baja, lentitud en los movimientos y del habla, constipación; y de la acumulación de unas moléculas llamadas glicosaminoglicanos, que atraen agua en varios tejidos y que se manifiesta como edema facial y periférico, lengua grande, ronquera, debilidad muscular, sequedad de cabello y piel.
Otras manifestaciones frecuentes son disminución de la memoria, depresión, alteraciones del ciclo menstrual generalmente con aumento de la cantidad; calambres, generalmente nocturno y en pantorrillas.
En el cuello pueden presentar aumento de tamaño de la glándula tiroides (bocio) o no.
En el laboratorio es frecuente el aumento del colesterol total y LDL, aumento de prolactina, aumento de CPK y anemia.
Además según la edad puede tener manifestaciones específicas, como en niños detención o enlentecimiento del crecimiento; en mujeres en edad fértil además de las alteraciones de la menstruación puede presentar infertilidad o abortos espontáneos del primer trimestre; en ancianos puede manifestarse como depresión solamente.

Diagnóstico

Depende fundamentalmente de las pruebas de laboratorio por la inespecifidad de las manifestaciones clínicas, como el cansancio, el aumento de peso, depresión, constipación, alteraciones menstruales que pueden ser secundarios a otras situaciones.
Se mide fundamentalmente TSH, además puede medirse T4 y opcional T3.
La determinación de TSH suele ser suficiente en la gran mayoría de los casos, donde un valor por encima de 4.5 μUI/ml hace el diagnóstico. En casos donde está ligeramente alterado es aconsejable confirmar con una segunda determinación de TSH.
Además para completar la información se solicitan anticuerpos tiroideos como el antiperoxidasa y el antitiroglobulina.

Tratamiento

De no existir ninguna razón especial, el tratamiento de reemplazo se realiza con la droga levotiroxina sódica conocida también como T4, que es el mismo producto que la glándula fabrica.
Se debe ingerir una vez por día, 30 minutos antes de desayuno, alejado 4 horas de fibras, soja y jugos cítricos para optimizar su absorción. Además deben separarse ese tiempo hierro, carbonato de calcio, antiacidos, colestiramina.
Si el paciente es menor de 50 años puede comenzarse el tratamiento con la dosis plena, o sino aumentar progresivamente hasta llegar a dosis final.
A las 6 a 8 semanas de estar con dosis plena debería realizarse el control de la dosis a través de análisis de sangre, con TSH fundamentalmente.
Una vez alcanzado el nivel adecuado en sangre se realizan controles periódicos, cada 3 a 6 meses inicialmente si no hay razón especial para adelantarlo.
Como lo que se ingiere es lo mismo que el organismo produce, y es un tratamiento de reemplazo, que busca normalizar el nivel de hormonas tiroideas en sangre, toda sintomatología que persista no puede ser atribuido al hipotiroidismo una vez que el control de dosis es óptimo.

Colaboración de:
Dr. CARLOS F. SANZ
Médico Endocrinólogo
Avellaneda 289 – Tel. 426619

No hay comentarios:

Publicar un comentario